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La Bicicleta y la infancia

Hace más de 20 años que estoy en el mundo de la bici, tanto como usuario o como vendedor y mecánico de bicicletas. Quizás por tener la suerte de dedicarme a lo que me apasiona veo las cosas de otra manera y considero que la bicicleta es algo sumamente importante tanto para los niños como para sus padres. Por qué digo esto? Porque creo que la bici se ha dejado de usar, sobre todo por chicos de 7 a 12 años, siendo reemplazada por las computadoras o las consolas de video juegos. Los padres no tienen tiempo de salir con sus hijos y las bicis. Los invaden miedos como la seguridad, el tránsito y otras cuestiones. Los chicos no sólo no usan la bici, viven, en un gran porcentaje, encerrados en sus casas, rodeados por un mundo catódico.


Una madre viene a comprar una bici para su hijo de 6 años, el chico todavía no sabe andar sin rueditas, le sugiero que no le ponga rueditas a la bici nueva, ya que la edad pediátrica para el aprendizaje del equilibrio es entre los 5 y los 6 años y le explico también que dejar de usar las rueditas es similar a cuando el chico dejó el chupete, los pañales etc... Quizás, es lo último que le haremos replicas de relojesdejar en nuestro rol de padres. La mujer me mira y me dice : " tenes razón, no me acuerdo cuando dejé el chupete, ni los pañales, pero sí me acuerdo de cuando mi viejo me enseñó a andar sin rueditas. Esa sensación de andar sola , de libertad, de que sola podía".
Con este breve relato quiero explicar la importancia de algo simple que casi todos hemos vivido y que hoy, por desgracia, hay que explicar.

Cuando el chico usa la bicicleta ocurre lo siguiente: tiene cierta autonomía, se aleja brevemente de sus padres, conduce su primer medio de transporte, toma confianza, y en el proceso de andar sin rueditas aprende lo más importante: para algunas cosas es necesario caerse para aprender, el volver a levantarse e intentarlo una y otra vez no sólo genera un crecimiento de su autoestima si no que también fortalece su tolerancia a la frustración.

¿Qué les pasa a los padres? En este peculiar aprendizaje los padres generan un vínculo de confianza; es una de las pocas actividades donde a veces nuestra vista no alcanza para seguirlo, por lo tanto, aprendemos a confiar en él. A medida que vayan creciendo, esas distancias aumentarán y también nuestra confianza en ellos. Por eso, volver a la bici, es muy importante. Recordemos qué fue la bici para nosotros e intentemos que nuestros hijos la sientan de la misma manera.